Un episodio de la primera temporada de Alias es sinónimo de nostalgia. Ver a Sydney Bristow durante sus misiones siempre resulta emocionante; más aún cuando no te acuerdas qué va a pasar en cierto capítulo ya que fue hace mucho tiempo que lo viste. Te mantienes entonces a la expectativa y eres sorprendido por escenas de acción bien realizadas y una trama de misterio envolvente.A veces la nostalgia viene acompañada de satisfacción, no siendo éste el caso de Alias. Luego de cinco temporadas, la serie concluyó con un episodio carente de emoción e intriga. La brillante idea de Rambaldi se tornó aburrida al no recibir una significación que fuese más allá de lo que ya sabíamos. El episodio en general no aportó nada novedoso que le hiciera honor a la premisa del show.
Es un hecho que las series de TV tienden a volverse repetitivas con el pasar de los años. Sin embargo, es el episodio final lo que define cómo recordaremos los personajes de una historia.
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